El Juramento. (Microrrelato)


El Juramento.

Aquel doce de julio nos reunimos en la taberna habitual, acostumbrábamos a hacerlo desde la muerte en fatal encierro de nuestro amigo Campbell, con este hacía ya trece años.

La Estafeta era un hervidero de jóvenes vestidos de blanco, he de decir que a esas horas su color era más bien rosado, y pronto el kalimotxo haría que fuera más cercano al rojo intenso del pañuelico que portaban en sus cuellos y muñecas.

-Buenas noches, caballeros. ¿Llego tarde?, me he permitido el lujo de acercarme al lugar donde empezó todo. ¡Qué recuerdos!- Exclamé mientras una cuadrilla de músicos atravesaba mi etéreo cuerpo.

Tras unos breves e intangibles cruces de manos, coincidimos en mirar a Ernest, que permanecía cabizbajo apoyado sobre la barra. Desconocíamos las copas de whisky que habría consumido, para entonces no gozaba de muy buen aspecto, parecía uno de nosotros.

-Es normal, estos días son tristes para todos, lejos de nuestra tierra, la soledad… pronto estaremos juntos de nuevo, como en los viejos tiempos.- Dijo Campbell, mientras simulaba una zancadilla al borracho que entraba acosando a aquella preciosa rubia.

Seguimos a Ernest hasta el rincón de la Estafeta, solo quedaba una noche más, mañana a las ocho nuestras trece almas serían libres.

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Este microrrelato participó en el III Certamen de Microrrelatos de San Fermín

~ por Gotzon en 17 junio, 2011.

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