Rigoris Luctus. (Microrrelato)


Rigoris Luctus.

No vertí una sola lágrima mientras preparaba el riguroso luto por mi hermano gemelo.

En realidad no recuerdo haber llorado nunca. Mi madre se limitó a ignorar mi existencia. Si me guardó algún cariño supo mantenerlo ausente, pues mis mejillas jamás conocieron el tacto de sus labios. Mientras dormía, alcé el velo negro con el que cubrí su rostro para poder besarla, entonces comenzó su agonía. Si la muerte le sobrevino aquel frío amanecer o decidió abrazarla en el ocaso, para ella ya resulta irrelevante.

El molesto resuello nasal de mi padre acompañó durante años al pausado soniquete de las manecillas del reloj. Abrió los ojos. La serenidad abandonó su semblante al intuir mi presencia. Su enjuta figura quedó pronto doblegada por mi aliento. Erguido ahora frente a mi madre, parece observar su quietud sin parpadear.

Sentados los cuatro alrededor de la mesa, inertes y en silencio, creo derramar una lágrima. Al fin siento que formo parte de la familia.



Lee aquí más Microrelatos de Terror.

~ por Gotzon en 18 octubre, 2011.

11 respuestas to “Rigoris Luctus. (Microrrelato)”

  1. Se llenan los blogs de relatos terroríficos!!!
    Este pone los pelos como escarpias
    Un abrazo

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  2. ÉL se fue el primero y los ha tenido que esperar a todos, ¿lo he pillado?

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  3. Se sintió vivo cuando se sintió muerto. Buena narración, Gotxon.

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  4. Solo muerto, existía ¿no?

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  5. Ñam, ñam. Acabo de cenarme una providencia sabrosísima y qué mejor manera de irse a dormir que pasarse primero por tu excelente blog. Nos cruzaremos a menudo por aquí 😉

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  6. Muy intenso…..se siente completo sólo cuando están todos muertos?

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