Cuerpos celestes. (Microrrelato)

Cuerpos celestes.

—La noche es una estrella en tu cucharilla… —tarareaba la camarera, inclinándose sobre la barra para mostrar las finas pecas de su escote.

—La noche es una mujer desconocida* —respondí, dándome aires de poeta.

Recité aquel poema sin dejar de atender al flirteo, sus largas uñas pintadas de negro colocaron un terrón sobre la cazoleta, sonrió y vertió agua sobre el azúcar.

—Absenta para el poeta sin noche y sin estrella —musitó en mi oído, arrinconándome con sus pechos.

Acepté otra copa de licor opalescente, aceptó mis labios embriagados y junto a la diosa Venus alcancé las estrellas esa noche.

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* La noche es una mujer desconocida. (Pablo Antonio Cuadra)

Preguntó la muchacha al forastero:
—¿Por qué no pasas? En mi hogar está encendido el fuego.

Contestó el peregrino: —Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.

Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
—¡Tócame! —dijo—. ¡Conocerás la noche!

~ por Gotzon en 11 septiembre, 2011.