El Tenedor. (Microrrelatos en 140 caracteres)

Tentado por la carne, ofrece al cuchillo su espalda inclinada. Tras ser cubierto, recibe un baño de espuma y se acuesta junto a la cuchara.

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-¡Si la envidia fuese tiña…! – Decía mientras rascaba la costra de su cabeza, al tiempo que decenas de ojos seguían el vaivén del tenedor.

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Aquel gourmet hecho vampiro logró desconcertarnos. Nadie comprendía la razón de los cuatro orificios extra en la nuca de sus víctimas.

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Le dieron a elegir entre sopa y filete. El chivato se alegró de la elección mientras aquellos matones cercenaban su lengua.

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Admiro el afán de Lucifer por mantener su refinado gusto. No como ese Dios tan burdo, que aún reparte hostias a mano, sin un triste tenedor.

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A menudo es cubierto de gloria por enseñar sus dientes sin reparos, celoso de la cuchara, siempre cubierta de gloria. ¡De gloria bendita!

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~ por Gotzon en 24 marzo, 2011.