Amor eterno. (Microrrelato)


Amor eterno.

Para Alex aquel gesto sólo significaba dar una alegría a Silvia en el primer aniversario de su relación. La idea surgió cuando ella, siempre tan romántica, le recomendó la lectura de la novela “Tengo ganas de ti”, de Federico Moccia. En ella, los amantes sellaban para siempre su amor colocando un candado con sus nombres en una farola del puente Milvio de Roma y arrojando la llave al rio Tiber.

La idea de viajar a Roma ese verano la descartó inmediatamente después de mirar sus cuentas de ahorro, pero buscando en internet descubrió que muy cerca, en el puente de Triana, se había extendido la misma costumbre.

Pasaron meses desde que Alex y Silvia celebraron su singular boda por medio de un candado, meses felices, meses que jamás olvidarán.

Las autoridades emitieron un decreto prohibiendo aquel gesto amoroso, se procedería a retirar la totalidad de candados del amor para proteger así la estructura del puente y evitar la contaminación que las llaves producían en las aguas del rio.

La repercusión fue inmediata, miles de parejas hasta entonces felices y enamoradas sufrieron repentinos desencantos, discusiones y peleas, en algunos casos la violencia llegó a extremos inesperados…

El día que retiraron el candado de Alex y Silvia sus cuerpos sintieron un frio repentino, se miraron, sonrieron, se besaron y corrieron descalzos por el parque convencidos de que el amor hay que alimentarlo continuamente, por muchas alpargatas que queden colgadas por el camino…







~ por Gotzon en 18 marzo, 2010.

5 respuestas to “Amor eterno. (Microrrelato)”

  1. Bueno, quizás ha quedado un poco largo, pero quería explicar (para quién no lo supiera) de donde surgió la moda de los candados del amor. Espero que os guste.

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  2. Pues me ha gustado, no tenía ni idea de esto de lso candados de amor. ^^

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  3. Hola Gotzon, es simpáttico el relato. Quizá demasiado descriptivo, sobran algunos detalles innecesarios. Yo le daría más juego a la ruptura. Un saludo.

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